Y entre sus ciudades imprescindibles para conocer se pueden enumerar las siguientes:

Como capital de China, Pekín es un destino ineludible en los días de visita por aquel país, con infinidad de rincones por descubrir. Cuenta con una historia que resulta muy interesante, aunque por momentos puede resultar un poco agobiante debido a su densidad poblacional, que es de más de 22 millones de habitantes.

Y si bien no es de las ciudades más atractivas, de todas maneras, es un gran lugar para ver cómo conviven en armonía las tradiciones ancestrales con la modernidad. Conocer lugares de gran esplendor arquitectónico como el Templo del Cielo, Templo de Los Lamas o la Ciudad Prohibida, además de pasear por los hutongs, es decir, los barrios típicos chinos de casas y locales. 

O recorrer también lugares con gran peso histórico como la Plaza de Tian`anmen o el Mausoleo de Mao Zedong rodeados de la modernidad de tiendas, restaurantes y rascacielos vanguardistas.

Fenghuang, o la ciudad del Fénix, es uno de los pueblos más pintorescos de China, donde el tiempo parece haberse detenido en el sector antiguo de la ciudad, conservando la esencia de las épocas de las dinastías Ming y Qing.

En el margen de las riberas del río Tuo se pueden apreciar las casas de madera sostenidas por pilotes, unidas por puentes que parecen sacados de un cuento, como el Puente Hong o el Puente de Fenghuang. Y para los que son más aventureros el cruce de una orilla a la otra se puede realizar a través de puentes realizados con tablas de madera o piedras que se encuentran al ras del agua. 

Y por las noches el escenario se transforma completamente cuando todo se ilumina con diferentes luces, incluso con luces de neón, con música a todo volumen, para dar paso a la agitada vida nocturna del lugar.

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